La Llorona


La leyenda de la llorona cuenta con varias versiones de acuerdo al folklore del país de donde se cuente, la triste historia de La llorona, es muy popular en México, América del Norte, Suramérica e incluso en España y ha existido desde los días de los conquistadores españoles (siglo XVI) cuando las personas se metían dentro de sus casas por el toque de queda que en esos tiempos se había decretado, a media noche normalmente los vecinos eran despertados al escuchar llantos, gritos y lastimeros lamentos que provenían de la calle y que al parecer eran obra de una mujer.

Los orígenes de la leyenda quedan en un misterio, como se ha dicho ya, las versiones varían, pero todas tienen una cosa fundamental en común: que en cada versión vive el espíritu de una madre que ahogó a sus niños y ahora está destinada a pasar la eternidad buscándolos en los ríos y en los lagos.


 
La Llorona
(versión 1) 
 

Hace muchos años atrás por las fechas de la conquista, una mujer indígena comenzó una relación con un español que era militar. Tiempo después de mantener está relación tuvo sus frutos, tuvieron 3 hijos, y como cualquier madre lo haría siempre los cuidaba y les demostraba su amor a sus hijos.

 

El militar preocupado siempre por el que dirán siempre rechazaba la idea de ella de formalizar su relación. El comenzó otra relación con una señorita de la alta sociedad española, y para casarse con ella abandono a la indígena y a sus hijos.
La mujer por todo el dolor que está separación le dejó y enterarse de que se casó con otra, llevó a sus hijos al río, y como no crecerían con el amor de su padre prefirió ahogarlos en el río, y luego se ahogó ella también por el remordimiento de haber realizado ese terrible acto. Desde ese día dice la gente que se escucha el lamento de esta mujer exclamando su dolor y remordimiento buscando a sus hijos.


 
La Llorona


(versión 2)

María era una mujer cariñosa llena de vida y de amor, que se casó con un hombre rico que la trataba como a una reina.

                                                                                  
Sin embargo, después de que el matrimonio tuviera dos hijos la situación comenzó a cambiar, su marido se convirtió en un mujeriego y alcohólico, abandonando el hogar en muchas ocasiones durante meses. Él aparentemente ya no se preocupaba por la hermosa María, incluso comentaba entre su círculo más íntimo que deseaba casarse con una mujer de su propia clase.


Un día cuando volvió a casa sólo para visitar a sus hijos y María, él empezó a sentir un fuerte resentimiento hacia los chicos. Una tarde, mientras María paseaba con sus dos hijos por un camino cerca del río, su marido apareció en un carro con una señora elegante a su lado. Se detuvo y habló con sus hijos, pero ignoró a María, y luego condujo el carro por el camino sin mirar atrás.

 


Después de esta situación, María entró en cólera, poniéndose en contra de sus hijos, llevándolos a través del camino y ahogándolos en el río. Cuando los pequeños desaparecieron río abajo, ella se dio cuenta de lo que había hecho y salió corriendo para salvarlos, pero ya era demasiado tarde.


Debido al dolor que le había producido la situación, María corrió por las calles gritando y llorando. La hermosa María fue apodada como “La Llorona”, ya que lloraba día y noche.                       

Durante todo ese tiempo, ella no quería comer, solo quería caminar a lo largo del río con su vestido blanco en busca de sus hijos, con la esperanza de que volverían de nuevo. Lloraba sin parar mientras vagaba por las orillas de los ríos con su vestido blanco, pero con el paso del tiempo el bonito vestido blanco de María se volvió sucio y roto. Ella se negaba a comer, adelgazando de tal manera que parecía un esqueleto andante.

Al final, la mujer joven y hermosa murió en la orilla del río a la espera de que sus hijos regresaran.                                    
Poco después de su muerte, su espíritu inquieto hizo aparición en las oscuras noches, caminando por las orillas del río Su llanto y sus gemidos se convirtieron en una maldición y la gente empezó a tener miedo de salir por la noche.






 
 


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